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Mi jefe me quiere crujir

Mi jefe me quiere crujir

Bueno, dicho con propiedad, mi jefe (mi superior directo, aunque por encima de él hay varios más) me quiere hacer crujir, literalmente.

Resulta que estoy pochilla de la espalda, tengo la curva de las lumbares demasiado corregida (mi fisio dixit, que lo dijo nada más ver las radiografías, cuando llevo un par de años saltando de médico en médico de la Seguridad Social) y de vez en cuando me duele. Ando yendo a un par de fisioterapeutas distintos, al privado no tengo que volver hasta enero, y al de la Seguridad Social, que voy todos los días, hasta el día 17, que tengo que pasar consulta con el médico rehabilitador y según lo que me diga, actuaré en consecuencia.

Estoy muy contenta con el fisio privado, (ojo, con la de la Seguridad Social también). Digo ‘privado’ porque voy, estoy sola en la consulta, tiene musiquilla puesta y el hombre se dedica en exclusiva a mí, me enchufa aparatillos y me da cada masaje que lo mismo estoy medio muerta una semana que llego flotando a casa del alivio y el relax, luego pago (cosa a tener en cuenta) y hasta la próxima. La fisio de la Seguridad Social es distinta (no pongo SS porque queda un poco nazi y no es para tanto…). La mujer atiende a un mínimo de cuatro personas a la vez, pasa su “consulta” en el gimnasio del ambulatorio del pueblo de al lado del mío (algunos aparatos parecen más de tortura que de rehabilitación) y no pone música ni nada que se le parezca, allí me limito a hacer los ejercicios y estiramientos que ella me manda. Los dos son grandes personas, grandes profesionales y grandes rehabilitadores, con eso no me meto, sólo describo sus lugares y métodos de trabajo, y los aparatos, que alguno da miedito...

El caso es que el fisio privado me dijo que me pusiera calor varias veces al día, así que me llevé una mantita eléctrica al trabajo. Para qué quieres más!. Algún compañero me llamó “aweelaaaa!!” y a algún otro le dije que sólo me faltaba la madeja y las agujas para ir haciendo punto ya de paso… Vamos, un cuadro.

Para entrar en situación diré que mi jefe es un chico joven (digo lo de joven porque no es el típico cincuentón estirado) que se ha sumado al equipo hace no mucho. Es rubio, alto, tiene los ojos azules, es simpático (ya va dando cierta envidia, eh? Pues esperad, que hay más) que, por cierto, se casa este mes (lo siento, no está libre, pero el tema de su boda lo dejamos a un lado…). Es un chico majo, la verdad es que me gusta tenerlo como jefe, sabe un montón de programación, hace estimaciones reales y realistas, comprende a los programadores y, lo mejorcito de todo, está deseando ponerse a programar y aprender cosas de las aplicaciones!!! Es un chollo de jefe. Y me vio con la mantita puesta, y con cara de gustirrinín por el calor, todo sea dicho. Y me preguntó el por qué del artilugio. Le conté un poco lo de la espalda, los fisios, las vueltas con los médicos, lo bien que me estaba yendo por fin y todas esas cosas cuando me dice que él ha hecho un montón de cursos de esos temas, que sabe dar masajes y retorcer a la gente para que les crujan los huesos y se les pongan en su sitio, que sólo le falta un curso para ser todo un PRO (así, con mayúsculas) y que, si sale grupo, lo hará en enero. Que lo de retorcer y hacer sonar el cuello no se lo ha hecho a nadie, pero que ha arreglado tobillos y alguna cosa más a base de “catarcrócs” y que quiere seguir practicando porque con la teoría sólo no vale y no quiere que se le olvide lo que sabe ya.

Y aquí es cuando viene el meollo. Dicho eso no se le ocurre otra cosa mejor que soltarme “Así que cuando quieras, vamos a la salita de descanso, te quitas el jersey, te tumbas en la camilla, (aquí empecé a pensar que no era posible estar escuchando lo que estaba escuchando, que al buen hombre se le había olvidado dónde estábamos, vamos, que no me lo creía, que eres mi jefe!!, pero él siguió) te cojo así, te retuerzo así, te abrazo así, y en tres minutos te hago crujir y te dejo como nueva, ya verás qué alivio”. Toma ya. Yo sin salir de ese estado a medias entre “no me puedo creer lo que me está pasando”, “¿esto es normal?”, “no te pongas roja, no te pongas roja, aguanta, no te pongas roja”, “madremía a ver cómo salgo de ésta” y “¿qué contesto yo ahora?” consigo balbucear que gracias por la oferta, pero que de momento ya me hacía bastante el fisio privado, que eso de crujir me daba miedo, pero que lo tendría en cuenta para cuando tuviera un accidente conduciendo el ratón o pisoteando las teclas, que de vez en cuando lo hago de forma temeraria y seguro que algún día tengo un accidente (hay que ver las paridas que puedo llegar a soltar en momentos así….) y el siguió diciendo que sí, que cuando yo quisiera, que él encantado de practicar y de ayudar, que iba a ser un momentito de nada, que me iba a quedar nueva… Y yo que sí, pero que ya me bastaba con dos fisios (todo intentando no parecer borde, que no se diera cuenta de lo que estaba pensando realmente).

Vaya ratito pasé. Al final quedó en que le mantendría al día del estado de mis lumbares y que si dos fisios a la vez no lograban hacer que estuviera bien, quizá recurriría a él (cómo iba a decirle que no??).

El chico es voluntarioso (¿se dice así?), lo dijo de buena fe, prestándose a ayudar, queriendo esforzarse por que los demás se sintieran mejor… pero no deja de ser el jefe (bueno, uno de tantos, pero no vamos a recordar la jerarquía de esta empresa). Y hoy le he oído hacer la misma propuesta a otro compañero. Esta vez un chico, que hablaba de alguna contractura o un tirón en la pierna. Mi jefe nos quiere hacer crujir a todos!!.

(foto: http://www.clipartof.com/images/thumbnail/32126.jpg)

4 comentarios

JD -

Yo por comentar que ante un juez eso es acoso laboral y abuso de poder. ;P

Pero yo no es por ser pervertido pero hasta que punto hubieras llegado... ummm... solo el jersey...
Todo esto sabiendo que los masajes como mejor se dan es sin ropa ya que asi las manos se deslizan mucho mejor.

Un abrazo,
JD

SiertxO -

Silvia!!!

Eres como el tomate (ahora Sálvame)!!! Pones títulos sustanciosos para que luego sea sólo que tu jefe quiere abrazarte y hacerte catacrock.

xDDDD

Anímate mujer y a ver que pasa en ese cuartillo (igual radica en 1 aumento de sueldo, jajaja!)

carmncitta -

Pues a mí me han hecho eso varias veces y me alivia muchísimo, así que si el tipo sabe no lo dudes :P

Casiopea -

Jajajaja hombre, por lo menos es majete el hombre :) Besos!!!